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Salir de las simplificaciones

El suplemento Qué Pasa, del diario El País, entrevistó a Sandra Leopold y Carolina González Contábile, doctoras en Ciencias Sociales, que participaron del libro “Los sentidos del castigo”, que compila varios artículos académicos sobre los adolescentes en conflicto con la ley.

Consideraron que el trabajo “pretende contribuir a develar muchas cuestiones que en este campo han quedado formuladas desde el sentido común”, como las que aseguran que los adolescentes que cometen delitos son cada vez más, de menor edad y más violentos. Leopold aseguró que esa “no es una línea argumental novedosa”, ya que se utilizaba a fines del siglo XIX. “O sea que hay una recurrencia a argumentos que tienen más de un siglo. Entonces, en ese sentido, el trabajo ayuda a salir de esas simplificaciones”, agregó.

Los trabajos del libro muestran la ineficacia de un sistema que a pesar de la repetición de los diagnósticos, no ha logrado modificar ni su manera de resolver sus problemas, ni mucho menos la situación de los adolescentes privados de libertad. “Parecería que el sistema tiene una dificultad de poder pensarse a sí mismo y entonces el mecanismo es la reiteración y la incapacidad de aprender de la propia experiencia”, sostuvo Leopold. Los constantes cambios de autoridades, nomenclatura y funcionarios, la no profesionalización de éstos últimos, y “esa dificultad enorme de diálogo entre todos los segmentos que componen el sistema”, son algunos de los puntos que conspiran, según las especialistas, para que se pueda generar algún tipo de cambio. Agregaron que cuando ocurren, los cambios son en respuesta a crisis puntuales. “Son respuestas ya fracasadas pero cuando viene una crisis siempre se recurre a ellas”, aseguró González Contábile.

Para las autoras, la interrogante de “cuál es el sentido del castigo”, fue el motor del libro en general y de sus trabajos en particular. “Hay un nivel de presión social que favorece los sistemas punitivos, pero estamos hablando de adolescentes y se supone que hay una cuota de responsabilidad de la sociedad adulta sobre esta situación”, dijo Leopold.