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Finalizaron las capacitaciones a altos mandos de la Policía para una comunicación que promueva los derechos de la niñez y adolescencia

 

Entre agosto y octubre de 2016, la Agencia Voz y Vos con el apoyo de UNICEF Uruguay y en alianza con el Ministerio del Interior, efectuó una serie de capacitaciones con altos mandos de la Policía Nacional en todo el país. El objetivo fue capacitar a los oficiales para la incorporación en su quehacer del Protocolo de Comunicación para la Policía frente a situaciones de violencia que involucren a niñas, niños y adolescentes.

En el Protocolo, se brindan una serie de recomendaciones para momentos en que la Policía funge como fuente de información,  al trasmitirle a los medios de comunicación datos de situaciones de violencia que involucren a niños, niñas y adolescentes. En especial de violencia doméstica, violencia sexual, explotación sexual, violencia contra personas trans y adolescentes en conflicto con la ley.

Las capacitaciones se impartieron en tres distintos locales de la Policía, cada una con delegados de varios departamentos del país. Asimismo, integraron las jornadas las máximas jerarquías y mandos medios de la Guardia Republicana, Dirección de Tránsito, Unidad Especializada de Violencia Doméstica y Policía Comunitaria de los departamentos participantes.

Entre exposiciones y actividades se buscó  poner en contexto algunas de las situaciones en que niños, niñas y adolescentes sufren vulnerabilidad. Además de un amplio repaso por la terminología adecuada para respetar e impulsar sus derechos.

Según un oficial de Rivera “la capacitación nos aportó herramientas fáciles de usar, razonables y perfectamente aplicables a la cotidianeidad”. Otro oficial de Maldonado dijo que “ahora tenemos nuevas nociones de derechos que los niños tienen y que no teníamos en cuenta y que son muy importantes para cuidar a esta población. Con solo utilizar una terminología más adecuada ya se hace una diferencia”.

El Protocolo fue redactado por la Agencia Voz y Vos y la Mag. Andrea Tuana y contó con la colaboración de Unicef, y a inicios del 2016 fue declarado reglamentario por resolución del Ministerio del Interior de Uruguay.